La firma española Victoria Imaz presenta su nueva colección “Chameleon”, inspirada en la feminidad y autenticidad de las novias actuales, donde los diseños se caracterizan por su versatilidad, la elegancia y la creatividad. Tendencias todas ellas del mundo bridal para 2018. Novias actuales y novias reales. Esas que saben lo que quieren, que buscan un vestido auténtico y que refleje su personalidad.
Novias que quieren cambiar el mundo de las bodas a base de romper con el protocolo y con las formalidades que no les dejan ser ellas mismas, y esa manera de entender una boda comienza por la elección de su propio vestido: un vestido que cuente su historia. Victoria Imaz se inspira en ellas, porque valoran el diseño y la exclusividad, a la hora de crear sus diseños.
Chameleon: combinaciones casi infinitas
El diseño, la versatilidad y la accesibilidad son las señas de identidad de Victoria Imaz. Con modelos y patrones totalmente personalizables, cada novia puede crear su propio vestido realizando combinaciones casi infinitas a partir de las diferentes posibilidades que existen.
“Chameleon” es una colección pensada para que la novia forme parte del proceso creativo de su vestido para así conseguir que se adapte como un guante a su personalidad. La colección toma el nombre del camaleón, un animal famoso por su habilidad de cambiar de color y adaptarse a las diferentes circunstancias. Esta colección ofrece precisamente eso: la oportunidad de adaptar y crear un vestido único para cada ocasión y para cada novia. Ese vestido soñado que refleje su personalidad y quién es. Porque ser una misma el día de la boda es tendencia.
Coordinación: Rodolfo Mcartney.
Dedal, aguja e hilo: atención a los detalles
Si las mujeres reales son las musas de Victoria Imaz, la atención por los detalles es donde encontramos la personalidad de esta colección. Para crear “Chameleon” se han utilizado telas de crêpe, crêpe georgette, bámbula de seda bordada o gasas. Todos los diseños se pueden personalizar de acuerdo con los gustos y las ilusiones de la novia con tules bordados, tul de seda de colores, pedrería, aplicaciones de encaje, flores, plumas naturales, bordados en cristal…
La imaginación de la novia es el límite.
Para las novias más rompedoras, que destierran el tradicional blanco integral en su vestido y rompen con los convencionalismos a la vez que mantienen la elegancia y el estilo, Victoria Imaz es la opción perfecta, porque en su colección integra notas de color.
“En Victoria Imaz tienen cabida todos los vestidos que una novia pueda imaginar. Una novia que busca una creación única, diseñada para reflejar su propia personalidad y que realce su feminidad y belleza”, afirma Yahaira Iriarte, fundadora de Victoria Imaz.
Pasión por la costura creativa
Desde niña, Yahaira, siempre estuvo rodeada de telas, hilos y revistas de moda. Creció al ritmo de la música de las máquinas de coser y, con el tiempo, esta pasión se convirtió en su proyecto de vida.
“Realizar mi propio vestido de novia me abrió los ojos y me hizo darme cuenta de la belleza que existe en crear un vestido único para un día único y que, sin embargo, hay muchas mujeres que no tienen la gran suerte de tener una madre que se dedique a la confección como es mi caso, pero que buscan un diseño personalizado y no encuentran su vestido soñado entre oferta actual”, afirma Iriarte.
Así surgió Victoria Imaz. Un tributo al arte de su familia y a la pasión por la costura creativa. Yahaira tomó prestado el nombre de su abuela Victoria y el apellido de su abuelo Ismael, Imaz, para así rendirles un pequeño homenaje.
Los vestidos de la firma están pensando en las necesidades de la mujer actual y oscilan entre los 800 y los 1.500 euros. Para Iriarte, que toda novia pueda llevar ese día su vestido soñado, sin agobios económicos, es su prioridad.